Mucho se ha dicho desde hace años, sobre la sociedad de consumo, unas veces de forma acertada y otras más bien desacertada, con cantidad de anécdotas. Como aquella que escuché en el instituto: No al consumo.
Precisamente un tal joven apodado Coco, que hoy es catedrático, y entonces compañero mío, escribió en la pizarra la mencionada frase, en un ejercicio en bachiller.
¿Consumismo o Sociedad de Consumo?
Decir no al consumo podía significar dos cosas: fenecer, como morirse de hambre y la otra era una confusión de frase: querían decir con ello no a la sociedad de consumo, como defendieras una idea avanzada, de protesta, propio en la juventud.
Pero de una manera u otra, hay que consumir, simple y llanamente, por instinto, por supervivencia. Lo más curioso de la anécdota es que aquellos compañeros de instituto se han integrado en la sociedad de consumo que detestaban (cosas de adolescentes) ☺
El consumidor, va a existir siempre, como estructura de las sociedades modernas.
Mientras exista un mercado en su entorno, llámese tienda de barrio, de pueblo, supermercado, hiper, gran almacén, y si me apuras, tienda online.
La necesidad en bienes y servicios ha de ser cubierta y mientras dicha necesidad se satisfaga existirá un mercado.
La elección del mismo ya es otra cosa, debido a múltiples factores como es la atención al cliente, el fácil acceso.
El consumidor y su libertad de elección
En consecuencia, el consumidor o usuario, hoy tiene opciones de compra, distintas alternativas a la hora de elegir productos y servicios.
Puede ser que los centros de consumo, como hipers o centros comerciales, se hayan disparado en las aperturas, aunque también fue causa del boom del ladrillo y el ascenso de una nueva generación que iba creciendo, se casaba y formaba una nueva familia.
Cuando existió el estado del bienestar
El estado del bienestar supuso un impulso a mejores estilos de vida, donde dijeramos se desató el consumo y era «fácil» acceder incluso a un vehículo de lujo, prohibitivo en otras épocas de nuestra pasada historia.
La sociedad de consumo y las nuevas tecnologías
Ahora queda por saber también, si este desarrollo económico propició el acceso a la tecnología, en el caso de las tablets como por ejemplo el iPad, con lo que se abrieron nuevas fuentes de información más cómodas y rápidas para el consumidor.
De un usuario acostumbrado a las tiendas de calle. De ello es el efecto del desarrollo de Internet.
El acceso a la información está a un palmo de la vista, en la era digital, aunque tampoco venimos de la época de piedra, pues existen las emisoras de radio, las cadenas de televisión y la prensa escrita.
El cambio tecnológico ha llegado también a estos medios.
La diferencia clara está en la interacción
La diferencia está en la interacción. Antes de internet, en los medios tradicionales te «tragabas» lo que te decían, es decir, la comunicación era unidireccional.
En los medios sociales, llamados corrientemente redes sociales, y en los blogs, existe una clara bidireccionalidad: preguntas y te responden.
*** Actualización de una entrada de agosto de 2013 ☺
Epílogo
Mucho ha llovido desde los años 80, cuando se iniciaba un nuevo ciclo, y desde 2013, que entonces llevábamos 5 años de recesión. Hoy queda caduco aquel movimiento de juventud. Hoy es más de smartphone y de hablar más con el móvil que con los amigos o la familia.
Es el signo de los tiempos. La gente entre que consume menos, claro la que no llega a fin de mes, se queda más en casa. Entonces sucumbe el aburrimiento y la monotonía y no hay otra cosa mejor que ver el smartphone, que dicho sea de paso, tiene sus ventajas. No lo voy a negar, por ahí he pasado.
Sin embargo, hay que darle vida a los años, y tampoco los nuevos dispositivos electrónicos, han de crear adicción, ni son la solución defintiva a todos nuestros problemas cotidianos .
Eso es otra historia.
Imágen: Ccipeggy