Lo barato sale caro forma parte del refranero. Sin embargo no hay que confundir «Low Cost» con barato. Vamos a analizar el fenómeno LowCost porque ha venido para quedarse y se utilizó en el comercio de forma tímida y puntual.
Sin lugar a dudas en estos siete años de crisis, ocho para unos, siete para otros.
No hay acuerdo al respecto, han sucumbido millares de pymes, o sea, han cerrado y a la vez, se han abierto nuevas, como consecuencia, un tanto por ciento (no tengo datos) han sobrevivido.
Low Cost significado
Se han inventado palabras traídas de fuera como el Low Cost, ideadas inicialmente por líneas aéreas comerciales (vuelos low cost)
Se le denomina LowCost como sinónimo de bajo coste que consiste en la política de empresa de precios bajos, motivada por la bajada en la demanda del consumidor, al perder poder adquisitivo.
El término low cost también viene asociado, si haces una búsqueda rápida en Google a peluquerías low cost, un éxitazo si tienes en cuenta que te cobraban por un corte de pelo 5 Euros y ahora te cobran 6, aunque también existen low cost de ropa, low cost de gasolineras
Pérdida del poder adquisitivo
Significado de pérdida de poder adquisitivo: Con su salario o disponibilidad a gastar, tiene menos dinero para adquirir, para comprar bienes para el consumo de su familia y/o de él.
Low cost de por sí no significa de mala calidad, aunque puede llegar a confundirse.
Otro refrán dice que
El hambre agudiza el ingenio
Lo barato, el comercio y el CashMob
Para ello y gracias a la interacción en medios sociales, llamados comúnmente, redes sociales, se idea en los últimos tres años (durísimos para los pequeños comercios) iniciativas como el CashMob, para apoyar a los comerciantes sobre pagos, sobre alquiler y otros gastos puntuales.
Lo barato sale caro, en versión negativa sería, cuando la palabra barato sea sinónimo de mala calidad, de usar y tirar. Hay una máxima de un gurú, llamado Guy Kawasaki o eres diferente o eres barato, donde el experto Christian Delgado, hace un fantástico análisis del asunto.
¿Ser barato es sinónimo de mala calidad?
Entonces al punto donde quería llegar es a usar dos cuestiones, que van relacionadas:
Lo barato sale caro: como un producto de mala calidad.
También y curiosamente se utiliza una cosa para llamarla como de precio más bajo, económica. Cuando la variable económica es un término más acorde con las matemáticas.
¿Cuando percibir que un producto barato es de mala calidad?
Independiente del precio, es lo que el cliente o usuario percibe de buena o mala calidad.
Fíjemonos en un jersey, camisa, cojámoslo al tacto, al igual que se coge un billete de 10 Euros e intentemos rasparlo para ver si es bueno o falso.
Un tacto demasiado suave, que se deshilacha fácilmente, en un principio no es de mi confianza. Una mesa, que cada tres por cuatro, empieza a crujir, tampoco es de mi confianza.
A veces, o muchas veces en esta época de oportunidades, el comercio se adapta al medio, al igual que lo hace la naturaleza y las personas.
Cómo ofrecer mejores precios tipo Low Cost
El Low Cost ha venido a suplir de buen grado, productos en cierto modo un poco de menor calidad, relacionados con las llamadas marcas blancas, ajustando los pequeños comercios los márgenes, para ofrecer una buena calidad-precio, entre otras cosas porque no son líderes en precios bajos, salvo que hubieran constituido centrales de compras y la llamada cooperativa de detallistas, que en España es muy común en los sectores de alimentación.
Epílogo entre los términos barato y lowcost
A raíz de ello, tenemos varias cuestiones:
1. Lo barato sale caro: en principio no es recomendable, porque producto barato de mala calidad hace que tengas que comprar en poco tiempo otro nuevo, salvo que tengas la suerte que salga bueno.
Barato en inglés o eso de tener que comprar otra vez:
Buying cheap things is false economy, cheap things turn out expensive in the end
2. Sacar partido a lo barato, según para quién, porque hay quien le ha sacado partido a lo barato.
3. Es barato, en una vertiente un poco elevada de precio:
Comparar y buscar precios.
Y ahora viene una contradicción aparente o ¿real?
Existen opiniones divergentes en el sector servicios, y concretamente en marketing y socialmedia, con todo respeto, cuando se habla de precios, veo precios (salvo excepciones) desorbitantes, que me hacen pensar, si es que usan la coyuntura económica, debilitada de los pequeños negocios, para poner libertad al alza de honorarios.
Pensar que porque quieres «revitalizar las ventas» de una EMPRESA, has de cobrar caro, no lo veo adecuado.
[Tweet «Pensar que porque quieres «revitalizar las ventas» de una EMPRESA, has de cobrar caro, no lo veo adecuado.»]
Sinceramente. Tampoco tirar los precios. Y voy al asunto de calidad-precio adecuado, y basado en resultados. Porque de poco sirve que seas caro y no consigas resultados.
[Tweet «Porque de poco sirve que seas caro y no consigas resultados. «]
¿Bajad los precios?
Curiosamente las pymes bajan los precios para ser competitivos, y algunos marketers disparan precios. No existe adecuación, porque también hay un dicho: O todos jugamos, o se rompe la baraja.
[Tweet «O todos jugamos, o se rompe la baraja»]
Personalmente considero dos puntos:
Si la empresa lo paga, estupendo.
Si no lo paga, cliente perdido, salvo que tengas un «caché» (estés casi de cerca a una celebridad, seas un líder de opinión o un influencer, con una amplia red de contactos «probados»).
El marketing del embudo
En mi modesta opinión, y es lo que están haciendo otros marketers, es cobrar un precio inicial bajo. y en base a resultados, un porcentaje.
Puede deberse también a la estructura de los clientes: Tener muchos clientes, los fijo en base a mi «salario básico» y los precios son más económicos. Tener pocos clientes, tengo que cobrar caro.
Al respecto, he leído un post, que recomiendo:
Vende barato, pero con elegancia…
Derechos de foto:
Imágen Low cost: Diseño propio.
Imágen paraguas roto: Daquella manera
Imágen mesa rota: Javi Vte Rejas